Tía, escribe un blog!…

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Poca gente sabe que mi sueño de niña era ser escritora…Veía a mi padre siempre absorto en los libros y yo pensaba…¿qué habrá ahí dentro tan interesante?…De manera que, simplemente, empecé a copiarle…Aprendí a leer muy prematuramente y leía literalmente todo lo que caía en mis manos, todo lo que encontraba por casa, que era mucho y muy diverso…Con 7 años leí “El concepto de la angustia” de Kierkegaard y , ejem…evidentemente no me enteré de nada, pero como era orgullosa, fingía que sí..

Sólo pedía libros y más libros y los devoraba en mi habitación después de estudiar y hacer deberes. Si me regalaban una Barbie, la desnudaba, le cortaba el pelo y la abandonaba en un rincón, ipso facto, así que mis padres admitieron pronto que tenían una hija un poco repelente y freakie y más bien se enorgullecían de que fuera una estudiante modélica y no diera un problema, sólo tenía un afán desmedido por leer y aprender. A tal punto llegaba mi obsesión que, cuando no tenía material nuevo, acababa leyendo enciclopedias y diccionarios. Con ello aprendía vocablos que, no eran propios de una niña y dejaban patidifusos al personal…Recuerdo perfectamente como con 6 años le pregunté a mi padre..”Papa, ¿qué es un felación?”…Su cara fue un poema, pero elegantemente se fue por peteneras y empezó su contestación diciendo “Cuando seas mayor..”..Yo, que era muy despierta, sobreentendí que se trataba de algo sexual.

Escribía mis diarios todos con candado por supuestísimo, no fuera a ser que descubrieran todos los oscuros secretos que una niña empollona educada en un colegio privado de alto nivel podía guardar.

Llegando a la pre-adolescencia mi inspiración eran los poetas del siglo XIX, en concreto Gustavo Adolfo Bécquer. Así que sin más, me lancé a intentar sonetos, cuartetos, rimas consonantes, asonantes, sinécdoques y toda la pesca… En mi camino encontré a dos profesores de literatura española que me animaron a presentarme a varios concursos de poesía infantil en los que resulté ganadora. Creo que se presentaban cinco o seis niños, -repelentes como yo-, en cada uno.

Aún conservo libretas con esos intentos de poemas y tengo que decir que, mal mal, no están, pero el fondo da un poco de…pena..Me inspiraba el amor de per se..Que no tenía ni puta idea de lo que era, pero yo me lo montaba todo en  mi cabeza. No me podía inspirar en nadie, no tenía musa ni muso porque yo pasaba de esos temas, mi despertar sexual fue muy tardío, yo misma consideraba que me ocupaba de asuntos más elevados…

El día que le planté a mi padre la sentencia “Quiero ser escritora”, fue algo desalentador…Si bien me animó y me dijo que era una niña muy lista, con mucho potencial etc, me dijo que, simplemente debía esperar 30 ó 40 años para tener algo que contar…Sentí mucha indignación…Yo, que era una niña tan brillante (o eso decían en el colegio), que leía cosas de adultos, ¿cómo me podía tener que esperar tanto tiempo para cumplir mi sueño?…Yo iba a ser una escritora, pero no una muerta de hambre, eso lo tenía claro…Tenía muy presente que tener mi propio dinero era importante y mi visión era ganar los 50 millones del premio Planeta…Era soñadora, sí, ingenua también, pero de tonta no tenía un pelo…

Eso sí, la palabra de mi padre iba a misa, tenía muy asumido que era un hombre sapientísimo y, si él lo decía, estaría en lo cierto…Así que, seguí leyendo, dejé de escribir y me dediqué a vivir….

Hoy, treinta y tantos años más tarde, a veces siento que he vivido varias vidas…Que tendría material para varios libros y varios blogs, blogs para diferentes públicos también…

En mi entorno puedo contar que un OVNI ha aterrizado en mi terraza y el personal se queda impertérrito…Las frases que siguen: “Laura, viniendo de ti, no me extraña nada” y “tía, escribe un blog”….

Pretendo hacer de esto algo sin concesiones pero sin ofender a nadie…Como pretendo en mi vida.

Aclarar que, no todo será autobiográfico..Conozco a gente muy diversa que, por algún motivo, confía mucho en mí…Pero sobre todo siempre voy a respetar la intimidad de todo el mundo, como me gustaría que hicieran conmigo.